Título Original: The Scorch Trials
Autor: James Dashner
Trilogía: Maze Runner II
Idioma original: Inglés estadounidense
Editorial: V & R Editoras
390 p.
El laberinto fue solo el comienzo.
No bajes la guardia... lo peor aún está por venir.
Recuerda. Corre. Sobrevive.
¡Hola!, ¿qué tal, corredores del laberinto? Hoy hace un estupendo día y por eso les voy a reseñar un estupendo libro. Les hablaré de Prueba de Fuego de James Dashner, que se está convirtiendo rápido en uno de mis autores favoritos.
Les cuento que me costó muchísimo encontrar este libro, en cuanto lo vi en la Feria del Libro solté un grito tan fuerte que apartó a un hombre de mi camino y asustó a mi madre, una vez que lo toque no lo quería soltar más, pero fui una lectora justa con todos los libros que estaban en los otros puestos y les eché un buen vistazo a las carpas llenas de un montón de libros que lamentablemente no puedo comprar, aunque si por mí fuera, por lo menos obtendría un libro de cada estantería, algo imposible para mi economía y la de cualquier persona sensata. Al volver casi me infarto con la suerte que tuve, sólo quedaba un ejemplar y no dudé en correr y tomarlo de inmediato y ya no soltarlo, mientras lo acariciaba versión Gollum de El señor de los anillos musitando: "Mi tesoro" en una retahíla interminable.
No sé si alguno de ustedes a tenido la oportunidad de disfrutar uno de esos juegos mentales en que te van dejando pistas y enigmas al azar, luego con tu ingenio tienes que resolverlos para conseguir escapar en una cantidad determinada de tiempo de una habitación misteriosa y aparentemente sin salida. Pues así me sentí en sus 65 capítulos, más el epílogo, y creo que los personajes también. Este libro es como un juego psicológico para ver cuánto resiste el lector. Y creo que conseguí sobrevivir a la Prueba de Fuego.
¿De qué trata? Cuando al fin parecía que los habitantes del Área habían conseguido escapar del laberinto y por lo tanto de los creadores, CRUEL, todo se desbarata y retuerce, para volverlos a poner en un camino de tensión, misterios y una meta concreta que no determina su supervivencia, en Correr o Morir el objetivo era escapar del laberinto, pero en este libro es sobrevivir al mundo fuera del laberinto, un mundo que no es muy cordial.
Los primeros capítulos te hacen vivir muchísima ansiedad, son cada vez más dementes. Como en mi caso solía leer este libro de noche sólo podía preguntarme si lo que leía era real o era ya producto de mi imaginación que se adentraba en el mundo de las pesadillas. La tensión aumenta capítulo a capítulo. Lo cual se agradece, no hay ningún momento que aburra.
Tenemos de nuevo a Thomas como protagonista, un personaje muy real con actitudes que encajan con el momento, dependiendo de si es tensión, peligro o un brevísimo lapsus de calma.
Mis personajes favoritos y los más logrados por el autor definitivamente son Brenda y Minho, cada cual con su peculiar personalidad, Brenda con esa agresividad y Minho con su constante sarcasmo. De los nuevos personajes, a parte de Brenda, me gustó bastante Jorge , un adulto para variar de los adolescentes que aparecen desde el primer libro. Como el libro está escrito en tercera persona, siempre desde el punto de vista de Thomas, a veces se pierden ciertos detalles, o no se puede profundizar en los otros personajes, esa es la única queja que pongo; espero que en el tercer libro se explique todo de lo que no me he enterado en los dos primeros. Ya desde el primer libro Teresa no me gustaba, no la mencione en la reseña por no aguarles la fiesta, pero ahora diré que no se me hacía tan espectacular e inolvidable como a muchos les parece y en este libro mucho menos. Brenda en cambio es el tipo de chica que merece estar en esta clase de libros post-apocalípticos, su fortaleza, sinceridad y rudeza me gustaron mucho.
Un montón de situaciones me pusieron en tensión cuando no tenían más cuidado de no separarse, estaba segura de que si Thomas se descuidaba, en un instante el resto de sus amigos iba a desaparecer y él iba a terminar solo y para colmo volviéndose loco.
La tensión que se siente en este libro es totalmente diferente a la del primer libro, en Correr o Morir de alguna manera curiosa se siente la seguridad de estar rodeado de muros, en cambio en Prueba de Fuego, los antiguos habitantes del Área están obligados a vivir a la intemperie durante una buena cantidad de tiempo, sin saber qué seguirá en esa alocada travesía.
Lo curioso es que después de unas pruebas donde están sometidos a tanta tensión siguen tomando buenas decisiones, basándose en la supervivencia del grupo.
Con tantas menciones a las Variables y los Paradigmas y su importancia en la supervivencia de la humanidad definitivamente CRUEL quiere enloquecerme. Si tienen tanta importancia por qué no se explican de una vez por todas.
Dashner consiguió hacerme creer que Las pruebas eran pensadas para mi, y me adentre tanto a la historia que pase hambre, desesperanza y miedo junto a Thomas. El autor tiene un verdadero don para terminar cada capitulo de tal forma que por obligación tienes que leer un capítulo más, y éste termina en circunstancias similares, así que es un camino interminable tratando de salirte de este futuro extraído de la imaginación de James Dashner, él sabe como engañarte y hacerte creer que Thomas al fin tendrá un momento de paz, pero enseguida le ocasiona más problemas y por lo tanto más tensión para ti como lector.
No voy a mentir diciéndoles que me gustó más que el primero, porque para mí Correr o Morir es el perfecto libro introductorio, tiene algo novedoso y aunque Prueba de fuego empieza de una manera espectacular y termina de otra aún mejor, en lo personal encontré más atractivo el primer tomo, pero cada quién tendrá su opinión. En cambio espero que el tercer libro este igual o mejor que el primero.Este libro abunda de misterio, tensión, falsas esperanzas, traiciones, acción y un juego mental que mantendrá en vela a más de uno.
Sobre CRUEL ¿qué puedo decirles? Siguen siendo tan enigmáticos como al principio, y por cierto fue realmente "cruel" de su parte marcar a los habitantes como ganado, aún quiero pensar que sus fines son realmente por un bien común, pero cada cosa que hacen los señala como los villanos. Solamente me queda decirles que CRUEL es bueno.
[...] Era como despertarse un día sin dientes en la boca. Uno no necesitaba correr al espejo para darse cuenta de que ya no los tenía.
La lluvia caía a raudales, como si Dios hubiera drenado el océano y luego lo escupiera con furia sobre sus cabezas.
-Calma, mis nuevos amigos. Yo solo me comería sus ojos si ya estuvieran muertos. Claro que, si fuera necesario, podría colaborar para que llegaran a ese estado. ¿Me entiendes?
Jorge
